Es decir, que el Consejo de E.ON continúa negándose a las reclamaciones de su presidente: ni un euro más de 40, mejor 38. Mientras, Manuel Pizarro continúa asegurando a sus próximos que de Alemania llegará una oferta a 45 euros. Acciona insiste: por menos de 45 euros no vende y paraliza la operación
Lo bueno que tiene el comunicado emitido por la eléctrica alemana E.ON en la mañana del viernes, un día después de la magna convocatoria de analistas del jueves, es que se entiende todo. Dice su presidente, Wulf Bernotat, que la compañía germana realizará la correspondiente oferta en sobre cerrado, que conllevará la mejora de los actuales 34,5 euros por acción. Según Bernotat, su oferta resultará una oportunidad de inversión atractiva pero no nos dejaremos influir por la reciente especulación en el mercado -mediada la sesión del viernes, con un mercado bajista, las acciones de Endesa cotizaban a 38,7 euros en la bolsa madrileña-.
Por todo ello, resulta sorprendente que el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, continúe hablando en privado de que la OPA alemana triunfará porque ofrecerá 45 euros por acción. Si 39 ya parece el producto de un proceso especulativo
Bernotat insiste en que E.ON mantendrá el ritmo inversor y que E.ON posee conocimientos técnicos para asegurar y mejorar la seguridad del suministro a España. Para una compañía que dejó sin luz a 10 millones de europeos en el centro y el sur de Europa, tal afirmación resulta sorprendente.
Mientras, los Entrecanales insisten: por menos de 45 euros no venden y bloquean la OPA. Se puede caminar de este modo hacia el peor de los escenarios posibles: una Endesa partida entre E.ON y Acciona, con el actual equipo directivo en medio.
Por su parte, el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, ha vuelto a repetir su apuesta por la españolidad de Endesa. Aunque remitió la decisión última a Gas Natural -que en su reunión del viernes 26 no adoptó ninguna postura sobre la OPA- Fornesa volvió a repetir la misma idea de hace un año : es más importante mantener la cabecera que las terminales, porque en momentos de crisis lo que se corta son las terminales, toda una definición de lo que los neoliberales llaman nacionalismo económico, es decir, lo que aplican, de fronteras adentro, franceses, alemanes o italianos.