Un lector envía este espléndido montaje realizado por mano desconocida para Internet. Declaraciones de un ministro australiano, país enérgico con el extremismo islámico. Hispanidad siempre ha sido partidario de las fronteras abiertas -esto es, mucho más que las políticas recuotas que se practican en Europa-, lo que no es nada incompatible con obligar al que llega a respetar al país que le acoge, así como su identidad y sus costumbres… y el derecho consiguiente a expulsar a quien no lo haga. Por eso, suscribimos al 100 por 100 las palabras del tesorero federal australiano Peter Costello. Ahora bien, el problema sigue siendo el mismo: Costello recuerda que el cristianismo ha sido el factor creador de Australia (¿Qué tendríamos que decir de España, Francia, Italia o Reino Unido?), y que esa identidad es la que debe ser respetada, por el musulmán, o por cualquier otro. Es decir, la regularización de Zapatero no es mala, incluso se queda corta. Lo malo es que ZP no cree en la identidad española, producto de su Cristianismo, sino en el progresismo, una tontería tan grande que nadie ha conseguido definirla hasta el momento. Es decir, que no creen en nada. Y si no crees en nada: ¿Cómo le va a pedir al foráneo que te respete, o que respete la identidad española? ¿Qué había de respetar? De lo que se deduce, que el problema de la civilización cristiana no es la inmigración del Tercer Mundo ni la musulmana? El problema está dentro: se llama relativismo. O sea, la sentencia del clérigo musulmán: En 50 años vuestras mujeres vestirán con velo, porque nosotras creemos en algo y vosotros no creéis en nada.   Eulogio López eulogio@hispanidad.com