Finalmente, nada de nada. El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, mostró su perfil académico tras el besamanos del vicepresidente del Colegio de Economistas, Juan Iranzo y del presidente, Manuel Lagares. Rato alertó sobre la asimetría que estaban produciendo ante un mercado financiero hiperdesarrollado e hipersofisticado frente a una economía real. O dicho de otra manera, lo que ya hemos apuntado desde estas pantallas desde hace mucho tiempo : el riesgo de que la economía financiera se termine comiendo a la economía real.
Algunos datos apuntados por el director gerente del FMI. Los activos financieros (capitalizaciones bursátiles, bonos, activos bancarios) sumaban hace algunos años el 81% del PIB mundial frente al 137% actual. Además, los derivados se calculan en 285 billones de dólares, es decir, 6 veces el PIB mundial. Esta asimetría entre la economía financiera y la economía real puede generar un ciclo pernicioso de la economía.
Además, Rato considera que existe un riesgo de crisis en la economía norteamericana debido al enfriamiento del mercado inmobiliario, la caída del consumo y por tanto, de la economía USA, ya que el consumo supone 2/3 del PIB de EEUU. Por otra parte, el director gerente del FMI advierte del elevadísimo déficit comercial de EEUU financiado desde el exterior: 335.000 millones de dólares son financiados por los países productores de petróleo, 160.000 por China y 167.000 por Japón. Los flujos internacionales de capitales son esenciales para salvar los desequilibrios cuenta corriente; pero el ajuste ordenado de esos desequilibrios es un reto, concluye.
Y por si fuera poco, Rato alerta sobre las inconsistencias de unas primas de riesgo bajas en los países emergentes. Las mejoras macroeconómicas no justifican la caída en el riesgo país. Además, señala que la minicrisis de la pasada primavera puede ser un indicador adelantado de qué pasaría con las transferencias de renta en momentos sostenidos de recesión. En cuanto a España, sólo señaló que la solidez del sistema financiero y el equilibrio macroeconómico ha contribuido a una distribución más eficiente de los riesgos y al fortalecimiento institucional. O sea, nada de nada.
Además, estaba previsto que Rato hiciera declaraciones a los medios antes de su intervención, pero decidió pasar de largo sin atender a los informadores: Quédense en mi discurso, que van a ser sólo 45 minutos. Bien medido, sólo que antes de sus palabras hubo que aguantar la laudatio de Iranzo y la postlaudatio de Lagares.