- Antes, hay que aclarar las cuentas del Ente y reducir costes.
- En el entretanto, Rubalcaba se aprovecha: sigue controlando la TV pública, maniatada por los socialistas.
- Pedro Arriola se impacienta y propone nombres: José Antonio Sánchez, Sáenz de Buruaga o José Manuel Lorenzo.
- José María Lasalle quiere que vuelva la publicidad a RTVE o el canon televisivo.
- En Moncloa exigen que se reduzcan los gastos y que RTVE se ciña a su función de servicio público.
Pedro Arriola, asesor político y de campaña de Mariano Rajoy está crecido. Considera que el triunfo del 20-N es cosa suya y se dedica a dos actividades principales: criticar la política de comunicación del Gobierno -que, en efecto, deja mucho que desear- y proponer nombres, entre otros los del futuro presidente de RTVE.
Y también en esto tiene algo que decir, dado que Alfredo Pérez Rubalcaba continúa aprovechándose del interregno: su control ideológico sobre RTVE es absoluto, y la información del ex-Ente sigue siendo tan filosocialista como en tiempos de Zapatero.
Ahora bien, las prisas de Arriola y de su amigo, el nuevo secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, por entrar en RTVE no gustan a Mariano Rajoy. Moncloa considera que primero hay que cambiar el modelo de la Corporación y luego, sólo luego, provocar el pacto con el PSOE para la renovación del Consejo y el consiguiente nombramiento de un nuevo presidente, que no debe ser un periodista, sino un gestor. De entrada, los hombres barajados, como el de José Antonio Sánchez, ahora en Telemadrid, Ernesto Sáenz de Buruaga, que no termina de cuajar en COPE y que no pudo lanzar Veo 7, el productor José Manuel Lorenzo o el de Francisco Marhuenda, director de La Razón, no son más que nombres colocados sobre la mesa.
Respecto al modelo a seguir, Lasalle propone el canon televisivo o la vuelta de la publicidad a RTVE. Esta segunda fórmula es escuchada en Moncloa, de la primera no quieren ni oír hablar. El canon -otro nuevo impuesto- no sería muy popular mientras que la vuelta la publicidad provocaría las iras de los dos grandes controladores de la publicidad televisiva: Tele 5 (Berlusconi) y A3 TV (José Manuel Lara).
Desde luego, poco puede esperarse del canon de las telecos, una media impresentable de Zapatero que está siendo 'zurrada' en Europa.
No, en Moncloa prefieren que RTVE se convierta en servicio público, dedicada sobre todo a la información que es donde es líder y donde mantiene abierto el canal 24 horas. Prefieren seguir aportando un dinero público pero previa reducción de costes en el Ente, que aún mantiene un coste de personal de 400 millones de euros. Ahora bien, eso supondría que RTVE dejaría de sostener el cine español deficitario y determinadas series de encargo.
En Moncloa no creen que la televisión pública siga financiando series como Águila Roja, carísimas, o telenovelas como Amar en tiempos revueltos, con mucha carga ideológica progre pero que nada aportan como servicio público.
En cualquier caso, no hay decisión, pero Arriola se cabrea: sabe que Rubalcaba se está aprovechando del interregno.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com