A la vicepresidenta le ha sentado muy mal que Rajoy diera por rotos sus compromisos y que acusara a Zapatero de no representar al Estado en los inicios de la negociación con ETA. Ante el estupor que De la Vega reconoce que le causan estas afirmaciones, critica a Rajoy por negar la representación a quien la tiene, que es el presidente del Gobierno. Considera De la Vega que el líder se coloca al margen del Estado, como insumiso al Estado de Derecho.
¿Cómo es posible que se niegue la legitimidad a quien tiene el apoyo de 11 millones de ciudadanos en las urnas además del apoyo de otras fuerzas políticas?, se pregunta De la Vega. Según la vicepresidenta, el presidente Zapatero representa y sirve a todos los españoles y en el caso de la negociación, sirve a los anhelos y las esperanzas de todos los españoles para que esa paz sea irreversible.
Parta concluir, De la Vega señala que Rajoy haría un buen servicio al Estado si se pusiera de lo que considera el lado del Estado, es decir, entre los que trabajan por alcanzar la paz. Es decir, De la Vega presupone y es mucho presuponer- que Rajoy no trabaja por la paz, así que le invita una vez más que se sume al consenso. Demasiado.