Pero ¿cómo podemos cambiar el rumbo del mundo en una situación tan imposible? Sólo recurriendo a la Divina Misericordia, tal como Jesús le dijo a Santa Faustina:
Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. Permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de Misericordia para tí. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza (Diario de Santa Faustina, 1485).
La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia (Diario, 699).
Jesús es un Redentor Misericordioso que quiere que salgamos victoriosos. Esta victoria comienza en el descubrimiento de Su Amor y Su Misericordia infinitos. Asimismo manifestó a través de Santa Faustina Su deseo de que se estableciera una fiesta en honor a Su Misericordia -que efectivamente fue instituida por Juan Pablo II, el Domingo después de Pascua-.
En este día se abren las puertas de la Divina Misericordia para que las almas debidamente preparadas puedan recibir remisión completa de sus pecados. ¡Como un segundo Bautismo!
Te invitamos a unirte con nosotros durante esta Cuaresma en una preparación de 40 días para esta gran Fiesta de la Divina Misericordia. Comenzando el 7 de marzo, habrá meditaciones diarias en la página www.familyland.mx, tomadas de los escritos de Juan Pablo II y los mensajes de Jesús a Santa Faustina, no sólo para penetrar y experimentar este misterio insondable de Nuestro Dios, sino también para implorar un desbordamiento de Su Misericordia sobre nuestras familias, sobre nuestro país y sobre el mundo entero.