Los recortes anunciados por la ministra de Vivienda suponen un duro golpe para muchos ciudadanos en una clara línea del Gobierno del Estado que parece haber apostado por reducir el déficit a costa de las políticas sociales.
Tras la eliminación de las ayudas a la maternidad y después la reducción de los salarios a los funcionarios y la congelación de las pensiones, llegó la supresión de infraestructuras con un más que dudoso criterio y ahora, a falta de conocer más detalles, un tijeretazo a las ayudas para la adquisición de vivienda, a la urbanización del suelo y a las comunidades autónomas.
Evidentemente, este anuncio no sólo supone un importante recorte sobre subvenciones propias, sino que influirá en los beneficios autonómicos puestos en marcha que recibirán menos dinero para el desarrollo de sus políticas de vivienda.
El Gobierno vuelve a hacer pagar a los ciudadanos su mala gestión económica y con ello también se verá muy perjudicado el sector de la construcción. Precisamente en un momento en que parecía llegar una cierta recuperación, esta supresión de ayudas enterrará las esperanzas de iniciar el camino de salida del túnel. La ministra debe dar más explicaciones porque con tanto recorte podría sobrar el Ministerio. Mejor dicho, el Parlamente ya ha aprobado su eliminación por ello nos preguntamos ¿Por qué aún existe? ¿Tanto le interesa al Presidente mantenerlo?
Xus D Madrid
