Sr. Director:
Brujas, invocadoras, magos, hechiceros… llenan los contenidos del ocio infantil de éxito.
Lo que ya no es tan lógico es que se relegue al olvido el campo de la religión, es decir, aquel que nos enseña que un Dios amor y bondad realiza los sueños más fantásticos con cada hombre: los lleva a un Paraíso donde el milagro es el sustento cotidiano porque se vive exclusivamente para amar.
Si se contara a los niños las gestas de Jesús de Nazaret, un Dios que tomó carne humana para liberarnos de la pesadilla del orgullo, un héroe que desafió la muerte para darnos una nueva vida, muchos se acercarían a Dios y con él sabrían lo que es vivir una existencia heroica sin apartarse del día a día.
Cristina Téllez
ctellez88@gmail.com