"El que tuvo, retuvo" incluso en horas bajas. Lawrence Kasdan vuelve a recordarnos, aunque sea con este largometraje menor, por qué fue considerado, durante los años 80, uno de los mejores guionistas y directores de Hollywood.
Beth es una sesentona, muy poco arropada por su marido, que posee el síndrome del nido vacío. Cuando encuentra en la carretera a un perro abandonado, al que bautizará como Freeway, depositará en él todo el cariño que encierra en su interior. Pero, circunstancialmente, su esposo, a las pocas horas de la boda de su hija pequeña, perderá el can en las inmediaciones de su residencia vacacional situada en las Montañas Rocosas. Beth movilizará a toda la familia para encontrarlo, lo que desembocará en una aventura que nadie pudo imaginar.
Un incidente aparentemente tan insignificante como es la desaparición de la mascota de la protagonista le sirve a Kasdan para mostrar la catarsis que experimenta un matrimonio, y sus allegados, quienes, por uno u otro motivo, se sentían perdidos en la vida hasta ese momento… Esta película de reparto coral, muy sutil en todo su planteamiento, contiene momentos realmente emotivos como la sencilla declaración de amor que el personaje que interpreta Kevin Kline realizará en un momento preciso.
Pero, en esta comedia dramática, no faltan los momentos cómicos, propiciados por una presunta vidente gitana romaní que desencadena los comentarios más ocurrentes por parte del personaje interpretado por Kevin Kline. El genial actor, asiduo en las películas de Kasdan, despliega su enorme talento al igual que el resto del reparto.
Una puntualización: resulta mucho más acertado que el elegido en España, el título original de la película: Darling companion (Querido compañero) que, como esta inteligente película de Kasdan, juega a que el espectador analice a qué significado se refiere…
Para: Los que les agraden las películas optimistas alrededor del matrimonio… Si tienen mascota todavía disfrutarán más