Menos mal que existe el partido Liga de las Familias Polacas. Han sido ellos quienes han paralizado una Declaración -término elocuente- de la Unión Europea, contra La Pena de Muerte, que se pretendía llevar a la Asamblea de Naciones Unidas. Y no porque La Liga apoye la pena de muerte: simplemente considera, como muchos otros, sólo que no lo dicen, que resulta un poco hipócrita pedir el fin de la pena de muerte y estar promocionando el aborto y la eutanasia, es decir, exigir la supresión de la pena para el culpable y mantenerla para el inocente o para el suicida. El portavoz de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión europea, Friso Roscam, afirma que "ese no es el debate". Esto es, que lo que tienen que hacer los polacos es votar y callar. Ahora bien, ¿el debate no era la legitimidad o ilegitimidad de matar a una persona? La verdad es que la postura polaca parece bastante lógica y de lo más pertinente. Otra cosa es que hayamos llegado a un punto en que la lógica semeje rareza y lo pertinente, extemporáneo. Pero ese es otro problema.      La Liga de las Familias Polacas tan sólo cuenta con 10 diputados, sobre un total -más que un Parlamento parece una brigada- de 732 señorías en el Europarlamento. Pero se trata de una decena de invaluables. Los únicos que defienden el derecho a la vida, base del resto de los derechos y libertades públicas: "Polonia for ever". Posdata: No se lo van a creer: ningún diputado del Partido Popular Europeo, democristiano, del que forma parte el PP, ha hecho lo propio: ¿Por qué será? Eulogio López eulogio@hispanidad.com