Gustavo Cisneros, líder del clan familiar y propietario de Venevisión, ha ofrecido a Jesús Polanco venderle sus emisoras de radio en varios países iberoamericanos, entre ellos Argentina, Chile y la propia Venezuela. Como es sabido, Polanco sueña con estar presente en radio en todo el subcontinente hispano.
Como siempre, claro está, Cisneros vendía caro, pero, además, don Gustavo, obsesionado con entrar en España y con que le otorguen el premio Príncipe de Asturias- no sólo quería dinero sino favor político : quería asociarse con Polanco. Resulta que a don Jesús, que es muy digno, no le gusta el perfil del personaje.
Como ya informara Hispanidad, los Cisneros se presentaron al concurso de TV local en Madrid, pero no obtuvieron concesión alguna.
El otro punto de lucha de Cisneros es la cadena norteamericana de habla hispana Univisión. Allí don Gustavo apoya a Jerry Perenchio en sus lucha con la Televisa de Emilio Azcárraga Geán. Y es que Venevision se ve obligada a recolocarse en el mundo de los grandes de la comunicación al precio que sea. Políticamente le es igual, porque Cisneros es amigo de la familia Bush, pero también lo fue de su compatriota Hugo Chávez.