El "héroe" de Endesa justifica su salto a la política en la "llamada de la patria". ¿No será en la llamada de Aznar?

Apenas dos semanas después de haber aceptado el nombramiento como consejero de Telefónica, Manuel Pizarro, "el breve", se marcha a la política y como vicepresidente económico del Gobierno (supuesto el pequeño detalle de que le PP ganen las elecciones). El héroe de Endesa ha cortocircuitado al PSOE, que ha mostrado sus dientes, aludiendo a la fortuna de Pizarro y a otros detalles personales.

Por su parte, Rajoy se ha quitado de en medio la presión del asunto Gallardón, ya convencido de que irá en las listas, pero no en un puesto prominente (aunque aspira la portavocía parlamentaria). Además, la oferta a Pizarro -se rumorea que fue Aznar quien consiguió doblegarle-, llega después de que Rato haya dicho definitivamente adiós a su carrera política tras su tremendo error de ponerse a sueldo de Emilio Botín.

Pero lo más importante es que el cometido de Pizarro no consistirá solamente en hacer campaña allá donde había más accionistas de Endesa -por ejemplo, en Aragón; desde luego, no en Cataluña- sino también conseguir una alianza entre el PP y los nacionalistas catalanes de CIU. Pizarro es buen amigo de Durán Lleida, y era él quien reunía a José María Aznar y al líder democristiano catalán en La Franja fronteriza entre Aragón y Cataluña. Si alguien puede conseguir que Artur Mas y Mariano Rajoy se plateen una entente, ese es Manuel Pizarro.