El Mundo publicó la decisión del Tribunal Supremo antes de que la deliberación hubiese concluido y antes de que se trasmitiera a las partes. ¿Quién lo filtró?

La cuestión de hechos es la siguiente. Dos semanas atrás, el director de El Mundo, Pedro José Ramírez, blasona ante sus redactores de que ya tiene los tres votos del Caso Alierta. Se refería a la Sala del Supremo que debería decidir si el llamado Caso Alierta (presunta información confidencial utilizada por Luis Javier Placer, sobrino del presidente de Telefónica, en la compra de acciones de Tabacalera cuando su tío era presidente) era visto por la Audiencia Nacional o si volvía al juez Santiago Torres, que manifiesta una coincidencia de ideas y convicciones con Pedro José verdaderamente notable. Por otra parte, cierta redactora de El Mundo, especializada en Tribunales, se ha encargado de recordar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial y a magistrados del Tribunal Supremo que no estaría nada bien, lo que se dice nada bien visto, que se castigara a un juez tan honrado como SantiagoTorres.

La Sala del Tribunal Supremo, que debería decidir si el expediente (ya sobreseído en su día) era cosa de Torres o de la Audiencia Nacional, no había firmado aún su decisión. Es más, el mismo vienes continuaba la deliberación. Sin embargo, cosa veredes Sancho, en su edición del viernes 3, el diario El Mundo daba por hecho que el expediente volvía a Torres y convertía a este juez en un héroe nacional en la lucha contra la corrupción. ¿Quién envío la filtración a El Mundo, que se entera de una decisión de una Sala del Tribunal Supremo antes que las partes afectadas? Naturalmente, en El Mundo ni se menciona el otro juicio, el que se sigue en otro juzgado de Madrid contra el abogado José María Davó, que, según propia confesión, lanzó la querella contra CésarAlierta en connivencia con El Mundo y con el objetivo de ganar 100 millones de pesetas que César Alierta debería poner sobre la mesa... en un restaurante de lujo de Madrid.

Ahora hay que saber si el Consejo General del Poder Judicial decide abrir una investigación sobre tan sorprendente filtración. En definitiva, el propio Davó confesó que el diario El Mundo había utilizado a una asociación de accionistas para lanzar una exclusiva y poder cargarse a otro presidente de gran empresa.

Naturalmente, la felicidad de Pedro J. Ramírez es grande, sabedor de que el Gobierno Zapatero está deseando cargarse a todos los presidentes de empresa privatizadas nombrados por el PP. Ahora bien, lo grave no es que gane Pedro J., gane Alierta o gane Zapatero: lo importante es que tal parece que la independencia judicial está condicionada por los grupos políticos, pero no menos por los medios informativos.

Dicho esto, a cada uno lo suyo. Hay que repetir que la operación del sobrino de Alierta no parece delictiva (así lo entendió la CNMV y por eso sobreseída por los tribunales por dos veces, por el juez y por la Audiencia Nacional), pero sí poco elegante. No parece que el sobrino de Alierta utilizara información privilegiada, dado que la información que podía recibir de su tío era pública y previsible. Pero, en  cualquier caso, ni la esposa ni el sobrino de un presidente de Tabacalera deben invertir en Tabacalera.