A pesar del oscuro horizonte que se insinúa los Obispos de Paraguay, fieles a su misión, insisten en los principios no negociables.
Días antes de la toma de posesión como Presidente de Paraguay de Fernando Lugo, el ex-obispo católico dimitido del estado clerical por Benedicto XVI, los Obispos del Paraguay recordaron al nuevo gobierno los puntos no negociables en la vida política, enunciados por el Santo Padre.El 6 de agosto pasado los Obispos recordaban que: "Aunque el Estado tiene carácter no confesional, debe respetar la libertad religiosa, de culto y de conciencia; asimismo, debe tener en cuenta los valores propios de la naturaleza de la persona humana y de la sociedad, muy especialmente en lo que hace referencia a la vida, a su promoción y defensa desde su concepción hasta su muerte natural; al núcleo familiar que se fundamenta en el matrimonio entre un varón y una mujer; al cuidado y educación de los hijos, e igualmente, a la promoción integral de los pobres, de los campesinos, de los indígenas, así como de los ancianos, enfermos y abandonados".
Sin embargo, todo hace suponer que en Paraguay se inicia un difícil período. Cabe recordar que antes de perder su estado clerical, Fernando Lugo, estando suspendido "a divinis", se atrevió a prestarse a lo que se llamó "misa ecuménica" oficiada el pasado 18 de junio en Caricuao (Venezuela), organizada por la llamada iglesia nacional chavista. (La Verdad, Periódico del Estado de Zulia, Venezuela, 20-06-08).
Marxistas y abortistas
Lugo, que asumió el cargo de presidente de la República el 15 de agosto, formó un gabinete en su mayoría de marxistas y abortistas. Entre éstas últimas figuran, por ejemplo:
-Esperanza Martínez, médica, ministro de Salud Pública y Bienestar Social.
-Gloria Rubín, designada Ministra de la Mujer, activista del CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) y miembro del Comité de seguimiento de la Convención Interamericana de Belém do Pará, la carta magna del lesbo feminismo continental (NG 733).
-Lilian Soto, médica, designada Secretaria de la Función Pública, "feminista y socialista", promotora del proyecto de ley sobre salud sexual y reproductiva (aborto encubierto).
Soto acaba de declarar, refiriéndose a Lugo: "las designaciones de mujeres reconocidas públicamente por sus posiciones feministas dan la pauta de que, hasta el momento, no ha primado su pertenencia a la Iglesia Católica", (vid. Awid, Asociación derechos de la mujer y el desarrollo, 12-08-08).
Parecería que Fernando Lugo en sus nombramientos siguió las instrucciones recibidas de los grupos lesbo feministas en la carta publicada en mayo de este año y firmada por el grupo de apóstatas Católicas por el Derecho a Decidir (CDD-Paraguay) y el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM-Paraguay), (vid. NG 209, 277); y además por Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP), Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI), Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), Jaku'eke Mujer, Movimiento Nacional por el Derecho a la Salud, Red contra Toda Forma de Discriminación. (La carta puede leerse en la página web de CLADEM).
Cabe señalar que tanto el grupo de apóstatas Católicas por el Derecho a Decidir como el CLADEM están en campaña para cambiar el estatus de la Santa Sede en la ONU, y reducir su representación a la de una simple ONG (NG 199).
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