- El Tribunal Superior de Lahore ratifica la sentencia de pena capital de la joven, acusada de supuesta blasfemia en 2010 por los islamistas.
- Queda una última esperanza: sus abogados llevarán el caso a la Corte Suprema, pero el proceso podría tardar varios años.
- Desde la cárcel, dice Asia Bibi: "Me veo en la Cruz de Cristo, en la certeza de que muchos hermanos y hermanas en todo el mundo están cerca y están rezando por mí".
Zenit recuerda muy bien la historia: los hechos ocurrieron en junio de 2009 cuando la cristiana Asia Bibi, que estaba trabajando en un campo, fue mandada a buscar agua. El resto de mujeres, seguidoras del islam, se opusieron a que ella fuera porque, al no ser musulmana, contaminaría el recipiente y lo haría impuro. Por ello, le exigieron que abandonara el cristianismo y que se hiciera musulmana, a lo que ella se opuso.
Entonces, Asia Bibi dijo a sus compañeras que "Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad" y preguntó a las mujeres musulmanas qué había hecho Mahoma por ellas. En cuanto oyeron estas palabras acudieron al imán local, esposo de una de ellas, que a su vez presentó una denuncia ante la Policía por el delito de blasfemia. Y es que el artículo 295 del Código Penal de Pakistán pena con la muerte blasfemar contra el profeta del islam.
Asia Bibi fue denunciada por blasfemia -utilizando la ley de blasfemia vigente en Pakistán- el 19 de junio 2009 por el mulá musulmán Qari Muhammad Salam, ante la policía de la ciudad de Nankana Sahib. Después de un juicio ante el Tribunal de Primera Instancia de Nankana Sahib, esta madre de cinco hijos y humilde campesina pakistaní fue condenada a muerte el 8 de noviembre de 2010. Sus abogados presentaron recurso ante el Tribunal Superior de Lahore el 11 de noviembre de 2010 y 4 años después ha podido celebrarse la vista oral.
Sus abogados han prometido llevar el caso a la Corte Suprema antes de los 30 días previstos por la ley. Este nuevo proceso podría tardar varios años, según Zenit.
Pero en el acto judicial, la defensa presentó sus alegatos escritos que desmantelaban las acusaciones, desenmascarando a los testigos poco creíbles y las obvias falsas acusaciones. "El juez ha sostenido que las acusaciones de las dos mujeres musulmanas (dos hermanas) que fueron testigos de la supuesta blasfemia cometida por Asia son válidas y creíbles. Se trata de las mujeres con las que Asia tuvo un altercado y del que surgió el caso", ha dicho a Fides el abogado cristiano Naeem Shakir, mostrando una gran amargura y decepción. "La justicia está cada vez más en manos de los extremistas", ha añadido, anunciando que, de acuerdo con el marido de Asia, se recurrirá a la Corte Suprema, tercer y último grado de juicio en Pakistán.
Mientras, desde la cárcel de Multán, la mujer cristiana sigue afrontando su sufrimiento con fe: "Me veo en la Cruz de Cristo, en la certeza de que muchos hermanos y hermanas en todo el mundo están cerca y están rezando por mí". "Rezo y espero que un juez reciba la luz de Dios y tenga la valentía para ver la verdad", ha apuntado Asia Bibi.
Urgen oraciones por Asia Bibi y por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com