En total, la deuda de un grupo recién nacido supera los 1.000 millones de euros. Han convocado a Jaume Roures a una reunión urgente el lunes 21. Mientras, Florentino Pérez y Sandro Rosell buscan comprador para los derechos de retransmisión del fútbol: Berlusconi o Rupert Murdoch. En el entretanto, los clubes no hacen fichajes.
El sino de los bancos parece ser la condonación forzada de los créditos de la prensa progresista, especialmente de PRISA y Mediapro, los dos grupos más próximos al Gobierno.
Con toda su cara, Jaume Roures, patriarca de Mediapro, asegura que el concurso de acreedores de Mediaproducción SL, filial de Mediapro y tenedora de las acciones de retransmisión de fútbol era una postura táctica. A eso se le llamaba antes utilizar los juzgados de forma espuria, pero ahora es pura estrategia empresarial. Si me declaro en suspensión de pagos no abono lo que debo. En el entretanto, los clubes de fútbol no hacen fichajes: debe de ser por el Mundial de Sudáfrica.
Por de pronto, Mediapro adeuda 230 millones -para pagar a los clubes- de euros a un sindicato bancario encabezado por el Popular, seguido de La Caixa, Espirito Santo, RBS y Banesto. Ellos, y sus compañeros, no están dispuestos a perder más dinero con Mediapro-La Sexta, que ya han perdido bastante con PRISA. Pero lo dudo.
Y es que a esos 230 millones de euros habría que unir las siguientes cantidades: 300 de acreedores comerciales, otros 300 de crédito intragrupo, los 100 de la sentencia de PRISA que provocó el concurso de acreedores de Mediaproducción SL y 70 millones más en pólizas. Total, más de 1.000 millones de euros para un grupo que acaba de nacer, eso sí, al calor del gobierno Zapatero y cuyo único ideario es la cristofobia.
Las cosas han llegado a tal punto que los presidentes del Real Madrid, Florentino Pérez, y el de Barça, Sandro Rosell, que se entienden a las mil maravillas, buscan un sustituto de Mediapro como tenedor de los derechos del fútbol. Los candidatos son Rupert Murdoch y Silvio Berlusconi. Roures se resistirá, claro está, pero los bancos podrían exigir esa cesión como condición para el futuro. Lo que no aceptan las entidades es que PRISA no le pague a Mediapro por la retrasmisión, Mediapro se declara en concurso de acreedores para no pagar a los clubes... y los bancos tengan que poner más dinero en Mediapro. Ni un euro más gritaba el viernes 18 un banquero. Veamos qué dice el lunes 21.
Miriam Prat
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