Una cosa es la inocencia santa y otra la ingenuidad tonta. Pasen y vean el informe de la agencia católica Zenit acerca de la Cumbre "ONU Río 20", el aquelarre progre contra la vida. Ya puestos a mirar, comparen el informe de la agencia con sede en Roma con el de los argentinos de Noticias Globales.

Albergaba yo la feroz sospecha de que, tras la marcha de Jesús Colina, fundador y director de Zenit, la agencia católica con sede en Roma, referente del lector cristiano en Internet, se nos había vuelto un poco más clerical y un mucho más ingenua. La crónica sobre la Cumbre de Río así me lo hace sospechar.

Río no es una cumbre contra el cambio climático y por el desarrollo sostenible, es una cumbre contra la vida y por tanto, contra la Iglesia. Cuando en Naciones Unidas se habla de desarrollo sostenible no se refieren a aumentar la población de un planeta capaz de alimentar a varias decenas de humanidades, gracias a su fertilidad, multiplicada por el ingenio humano, sino al objetivo de reducir el número de seres humanos que pueblan el planeta, lo cual se consigue con anticoncepción y aborto. El Nuevo Orden Mundial (NOM), que controla estas cumbres, no quiere dar de comer al hambriento sino abortar a los futuros hambrientos. No pretende reducir la pobreza sino reducir el número de pobres por las bravas, no anhela un mundo más justo sino un hombre al servicio de la tierra. Río es igual a aborto.

El párrafo final de la crónica zenitera resulta especialmente ilustrativo: "hacia una vida verdaderamente humana, hacia un mundo en el que aceptemos que somos parte de la creación que nos ha sido dada para salvaguardarla". Que no, queridos amigos de Zenit, que el hombre no es parte de la creación, es el rey de la misma. No porque se haya autootorgado dicho titulo: se lo otorgó el Creador. La frase de Zenit no sonaría extraña en un panteísta pero resulta la más atroz herejía en un católico, porque el principal enemigo del cristianismo no es ni el budismo, ni el Islam ni el agnosticismo ni el ateísmo, sino el panteísmo, la peor forma de materialismo existente.

A ver si somos menos ingenuos, queridos hermanos en la fe.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com