El nuevo ERE debe afectar a 1.200, no a 600 trabajadores

Antes de soñar con cualquier venta, hay que sanear la compañía. El equipo de Deloitte llegado de Londres provoca tensiones. Telefónica no puede comprarlo por razón de competencia y France Telecom y Vodafone aseguran que tampoco

Los fondos americanos, encabezados por Providence, poseen más de un tercio del capital, y se están enfrentando al presidente Eugenio Galdón. Los sueños de grandeza de la cúpula no le gustan al accionista de referencia: exigen un reducción de gastos draconiana. Recordemos que hace un año ONO ya planteó un ERE por el que salieron cerca del 40% de los trabajadores, 2.000 de 5.000. Ahora se planteado un nuevo ERE, que podría afectar a 600 trabajadores, pero que los fondos exigen llegue a los 1.200. Y, por cierto, no se fían de Galdón, así que ha sido enviado a ONO un equipo de Deloitte pero ojo, Deloitte Londres.

Sólo después de saneada se pensará en la venta. France Telecom y Vodafone no quieren comprar la cablera y Telefónica, de hacerlo, podría tener problemas de competencia. Hablamos de 3,8 millones de servicios contratados y 6 millones de usuarios.