En la reunión celebrada durante la mañana del viernes 10 en El Cairo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, decidió recortar su producción en 1 millón de barriles a partir del próximo mes de enero. Eso significa que el precio del crudo volverá a subir en los mercados y que el sueño de Occidente, un petróleo por debajo de los 30 dólares, vuelve a estar en entredicho.

Los ministros de Venezuela, Rafael Ramírez (ahora mismo, Venezuela es el productor de petróleo más anti-occidental del Globo), y de Argelia, Chakid Jelil, actuaron como maestros de ceremonias en la puesta en escena de la nueva bofetada del cártel a Occidente. El petróleo se ha convertido, como en los años setenta del pasado siglo, en una rama, tanto del mundo islámico como el populismo izquierdista iberoamericano, contra Estados Unidos y, sobre todo, contra Europa.