Todo lo que los jóvenes puedan hacer durante la noche no conduce a nada bueno ni provechoso. La noche está para saberla disfrutar, y si se complica, mejor verse lejos de los ruidos de nuestro entorno.

Sr. Director:

El joven recientemente asesinado a las puertas de una discoteca madrileña muestra la gran mascarada en la que se han convertido las salidas juveniles nocturnas: botellones, destrozos del mobiliario urbano, atracos, sexo bajo los efectos del alcohol con los consiguientes embarazos, éxtasis vertidos en las bebidas, resacas al día siguiente

Estas juergas suponen además un motivo de preocupación para los padres, incapaces de imponer a sus hijos un horario de ocio que preserve su salud física y psíquica. Sería bueno promover la socialización de esta franja de edad al margen de la madrugada.

El día tiene 24 horas y quedar cuando todavía hay luz para verse las caras y silencio para escucharse fuera de la estridencia de discotecas y bares musicales, supone, al menos un estilo más honesto para que fragüe la amistad y la diversión no acabe en desgracia.

Pili S Montalbán

monpili2@gmail.com