Sr. Director:
El fin de esta carta es que, como se acercan las Navidades, quería recordar que el año pasado el día 6 de enero, cuando llegaron los Reyes Magos a la Plaza Mayor de Madrid, ¡cuál fue la sorpresa de los Reyes, que subieron al escenario y no tenían a quién adorar y ofrecerle el oro, incienso y mirra!
Espero que este año estén allí representados Jesús, María y José y puedan adorarlo. Fue un fallo sumamente grandioso y que a muchos, muchísimos españoles, nos sorprendió.
Porque el fin navideño es eso, el nacimiento de Jesús, que se hizo Hombre para salvarnos y llegar a ganarnos el Cielo. Felices Fiestas y un buen año 2005, con todo lo mejor para cada ciudadano.
Eusebia Conde
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