¿Se han imaginado, en alguna ocasión, cómo comunicó la virgen María su embarazo a sus padres y a su prometido?
¿Cómo era la relación que mantuvieron María y José?
Natividad pretende responder a estas preguntas puesto que este largometraje es un acercamiento humano y emotivo a la pareja formada por María y José. Un repaso fiel a unos acontecimientos históricos que cambiaron el destino de la humanidad. Así, contemplamos en imágenes todo lo que conocíamos por el Nuevo Testamento : la vida diaria de la adolescente María en Nazaret, su compromiso con José, la visita del ángel Gabriel, y, el viaje que el joven matrimonio tuvo que hacer desde Nazaret hasta Belén para dar a luz al hijo de Dios.
Para escribir el guión de esta historia tan trascendental el guionista Mike Rich se empapó de los evangelios de San Mateo y San Lucas, que son los que narran los acontecimientos ocurridos alrededor del nacimiento de Jesús, pero además se asesoró con historiadores, teólogos, expertos en judeocristianismo y expertos ecuménicos. Todo ello se traduce en un relato que rebosa autenticidad por los cuatro costados y donde las licencias narrativas (imprescindibles para agilizar el desarrollo de cualquier largometraje) se introducen con tanto respeto y tanta sensibilidad en la historia original que no desentonan (el humor de los Reyes Magos, la humanidad del pastor etc). En el apartado técnico merece la pena destacar el gran esfuerzo realizado para reflejar la realidad sociopolítica y cultural de la época.
De Natividad les asombrará la expresividad de un José, al que normalmente siempre se le ha ninguneado y la humildad y sencillez de una María, orgullosa de su virtuoso esposo. El único elemento desafortunado de este largometraje es el actor elegido para encarnar al ángel Gabriel: una cosa es que un ángel deba ser imponente y otra que su aspecto resulte maléfico (como ocurre en este film)
Pero, eso no es óbice para que Natividad sea la película imprescindible de estas Navidades, al menos para los creyentes.
