• A los 94 años de edad, representó la ideología del humanismo cristiano en política, es decir, la que forjó la Unión Europea tras la II Guerra Mundial.
  • Eso sí, también vivió la decadencia de la DC... cuando abandonó sus principios cristianos.
  • Sus adversarios no le podían perdonar su fe católica y su pertenencia no disimulada a la Iglesia, pero sólo la edad consiguió tumbarle.
  • Sin embargo, su aprobación de la ley del aborto, para mantener la alianza con la izquierda, destrozan su trayectoria... y a la propia DC.

Ha muerto Giulio Andreotti (en la imagen) a la provecta edad de 94 años. Era el incombustible de una clase política la italiana, siempre incombustible. Siete veces primer ministro, lo cual no es cosa en aquel país pero, ante todo, uno de los creadores y potenciadores de la Democracia Cristiana, la ideología más importante de la postguerra europea, la que construyó la UE y la que surgía de los totalitarismos para acabar en la democracia que se alarga hasta hoy.

Era cuando hablar de humanismo cristiano como soporte de un partido político significaba algo. Luego la Democracia Cristiana italiana y alemana, principalmente, cayeron en picado y terminaron por convertirse en partidos conservadores. Es decir, cristianos de cintura para arriba y demócratas de cintura para abajo.

En España, el PP, CIU y el PNV se han dejado ver esa tendencia de transformación de la democracia cristiana en conservadurismo.

Volviendo a Andreotti, lo que ha caracterizado su larga trayectoria política ha sido su fe cristiana. Públicamente, nunca ocultó su amor a la Iglesia. Eso es lo que no le perdonaban sus adversarios que han intentado destruir su imagen. Como los líos de faldas no funcionaban con él y el robo tampoco se le acusó de estar en relaciones con la mafia. Fue absuelto pero el daño a su honor y estaba hecho. Como muestra un botón: RTVE le ha presentado como un hombre "próximo a la Iglesia y a la mafia". Y, como prueba irrefutable, la TV pública aporta unos fotogramas de una película. Desde entonces, Andreotti fue siempre un político bajo sospecha.

¿Dónde falló Andreotti Pues en lo que nunca le criticará la prensa progre, ni la de izquierdas ni la de derechas, pero que constituye, al mismo tiempo, el virus que carcomió a la democracia cristina. Sí, naturalmente hablo del aborto. Los lazos políticos le llevaron a ceder y a aprobar la ley abortista. Y ya se sabe que si cedes en el derecho a la vida cedes en cualquier otra barbaridad. Por esa barbaridad se hundió a la democracia cristiana y por esa barbaridad se hunde un sociedad y el propio régimen democrático. No creo en la democracia sin derecho a la vida.

Con él muere la democracia cristiana. Y es una pena. Pero ya esaba herida de muerte desde que aceptó eliminar al más débil y más inocente: el concebido y no nacido.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com