Les confieso que, salvo contadas excepciones, me aburren los thrillers sobre asesinos en serie. Sinceramente, no acabo de entender por qué en los últimos años el cine cuenta tantas historias de psicópatas capaces de las mayores atrocidades.
Mr. Brooks entra a formar parte de esa larga lista. Incluso lo presumiblemente más "original" de su argumento: la presencia de un alter ego del protagonista encarnado por otro actor (William Hurt) no es nada novedoso: es una repetición de lo que veíamos en El club de la lucha con Edward Norton y Brad Pitt.
Mr. Brooks cuenta, aparentemente, con una vida perfecta. Empresario triunfador, tiene una bella esposa y una hija universitaria que le aman. Pero tras esa vida llena de éxitos se encuentra "el asesino de la huella del pulgar", un hombre atormentado que disfruta matando a sangre fría. Una detective de familia acomodada, con graves problemas conyugales, será la encargada de descubrir su identidad e intentar parar sus fechorías…
Con estos trazos ya sé que les han venido a la cabeza un sinfín de películas (desde Seven hasta El silencio de los corderos; por citar dos de las más conocidas). Como se imaginarán violencia y morbosidad son otros elementos imprescindibles de este cóctel.
Tres antiguas estrellas ahora en cierta decadencia: Kevin Costner, William Hurt y Demie Moore encarnan al trío protagonista de esta película de contenido cuanto menos perverso.
Para: Lo desconozco.