El presidente de INDRA busca ahora comprador para el 20% en poder de la Caja, y su candidato favorito es ACS, de cuyo consejo forma parte. Sabe que el Banco de España ya ha sugerido -por ahora no ordenado- a Miguel Blesa que venda todas sus participaciones industriales. Las cuentas de Monzón, en un año pierde 3.000 empleados y asegura que los elevará en 5.000

El presidente de INDRA, Javier Monzón, ha dado un paso más para quedarse como presidente de INDRA. Se llevó un buen susto cuando Gas Natural logró hacerse con Unión Fenosa, porque la eléctrica poseía un 18%, ampliable al 20% de la empresa. Sus relaciones con Rafael Villaseca no son buenas. Recordemos que el primer ejecutivo de GN presidió INISEL, matriz de INDRA.

Desde el primer momento, GN dejó claro que INDRA no era estratégica, por lo que puso a la venta su paquete. Monzón consiguió que Caja Madrid comprara el 20%, lo que no gustó a GN. Pero ahí surgió Florentino Pérez -¡Oh capitán, mi capitán!- e hizo que sus amigos de GN-Caixa se pusieran de acuerdo con sus socios en ACS, los March, para comprarle un 10% y, para completar el día, mientras compraba al famosísimo astro del fútbol francés Benzema, lo filtró al diario Expansión, ante la estupefacción de la propia GN.

Pero el asunto no acaba ahí. Fuentes del Banco de España informan a Hispanidad que el supervisor ya ha sugerido a Caja Madrid que venda sus participaciones industriales entre las que se cuenta el 20% de INDRA o el 23% de Iberia. Por ahora, no es una orden. Monzón quiere adelantarse, y pretende que sea ACS o algunos de los tres grandes socios de la misma -Albertos, March y Pérez- quienes se hagan con ese paquete. De hecho, en INDRA y se piensa en una fusión con Cobra, la filial de ACS que Florentino no consigue colocar en el mercado.

En resumen, el proceso del filo-socialista Javier Monzón para mantenerse en la Presidencia de la empresa de ingeniería va por buen camino. Ahora ya sólo le queda aclarar sus malas relaciones con la ministra de Defensa, Carme Chacón -que en pocas palabras, le considera un poco prepotente- y con la plantilla, que cada día le cree un poquito menos. Recientemente, Monzón en otra de sus operaciones mediáticas, aseguraba que iba a llegar a los 30.000 empleados, cuando lo cierto es que durante el último año -desde la última reunión de analistas a la penúltima- el grupo ha perdido 3.000 empelados, al pasar de 28.000 a 25.000.

Eulogio López

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