En Los Desayunos de TVE , José Montilla, ministro de Industria y primer secretario del PSC, ha dicho que lo que se vota el domingo en Cataluña es el reforzamiento de la voluntad política de los catalanes. El estatuto del 79 se ha quedado viejo, ha sido útil pero hay que dar un paso adelante, y lo que se vota es eso, si damos un paso adelante, con un texto que reconoce nuevos derechos, aborda la financiación y los nuevos tiempos.

 

Montilla ha destacado que este tipo de textos no tienen un efecto inmediato, aunque tienen muchos efectos en el medio y largo plazo. Este, además, tiene algunos en el corto plazo : en los primeros 7 años, en Cataluña va a haber una inversión adicional en infraestructuras. Eso afectará a la competitividad de la economía catalana y a la calidad de vida de sus ciudadanos. Por ejemplo, la inmigración no era un problema en el 79, es decir, hoy se derivan problemas que la Generalitat podrá gestionar.

 

Es un estatuto hecho con una vocación de permanencia, se ha hablado deuna generación, me parece un tiempo razonable. No es un estatuto para el corto plazo. Es un estatuto para permanecer durante un largo periodo de tiempo. Hablo de una generación porque no podemos decidir por la generación que vendrá. Estamos en un mundo cambiante. Decir que es para toda la vida es algo que tendría muy poco sentido. No hemos de poner cortapisas a generaciones futuras, cada generación se marca sus propias metas y objetivos, ha destacado el ministro de Industria.

 

Según ha explicado, los socialistas catalanes consideran que tendrán el nivel de autogobierno más elevado de su historia, un autogobierno que no tiene parangón en Europa. Cataluña ha sido precursora en abrir un camino de reformas en los estatutos. El estatuto de Cataluña está siendo imitado incluso por algunos que han despotricado de él, como el PP. El estatuto de Baleares es muy similar al de Cataluña. Se ha abierto un proceso para avanzar en la España plural.

 

El primer secretario del PSC opina que nuestro sistema institucional tiene elementos comunes, que han de garantizar la cohesión de España y la solidaridad y eso es compatible con reconocer las particularidades de cada comunidad. Quien no tiene lengua propia, no puede hacer uso de ella. Tenemos un derecho civil propio. Nosotros no tenemos concierto económico, como tienen los vascos, ni un régimen insular como el de Canarias. Estamos en un sistema que poco tiene que ver con el café para todos.