En Moncloa advierten que Artur Mas, líder de Convergencia, no ha cumplido su palabra. El pacto con Zapatero, según Presidencia, consistía en dejar tranquilo el tema catalán, y en que CiU apoyara al PSOE en el Congreso nacional, e incluso se comprometiera con la gobernación de España (es decir, entrar en el Gobierno) sin esperar a una elecciones en Cataluña, que no pueden ser anticipadas porque ni Pasqual Maragall, encargado de convocarlas, ni el PSC, están por la labor.
Pero Mas no está dispuesto a que el más beneficiado sea su socio de coalición, Durán Lleida, emocionado con la idea de ser ministro de asuntos Exteriores, así que sí se ha empeñado en ligar lo uno a lo otro. Y ya saben que lo que se dice en televisión tiene mucha más importancia que todos los papeles del mundo.