La jueza argentina Norma Beatriz Di Noto, titular del Juzgado 15 de Buenos Aires, no ha aceptado la pretensión del grupo español Marsans de que sea un tercero, un testaferro, quien abone la deuda a los acreedores minoritarios de Aerolíneas Argentinas, privatizada por el Gobierno español y hoy propiedad de Marsans.

Se trata de la misma magistrada que dio por bueno el Concurso de acreedores de Aerolíneas, y que alguno de los perjudicados consideran fraudulento. Es más, Di Noto se enfrenta ahora a una querella por un caso similar: el concurso de acreedores del Grupo Soldati.

El asunto puede tener graves consecuencias, porque ya no existe tiempo material para que Marsans pueda levantar el Concurso de Aerolíneas Argentinas antes de las vacaciones judiciales, que comienzan el 26 de diciembre y duran un mes. La cosa podría acabar en la nulidad del Concurso y la declaración de quiebra de Aerolíneas, con lo que la responsabilidad sobre la compañía aérea de bandera volvería al Gobierno español, que ya ha invertido en el reflotamiento de Aerolíneas cerca de 3.000 millones de dólares.

Al mismo tiempo, ante el Juzgado 44 de Madrid los acreedores presentaron una querella que afectaba también a la SEPI como co-responsable de la gestión de Marsans en Aerolíneas, entre otras cosas por no controlar los fondos que el Estado español otorgó a Gonzalo Pascual, presidente de Marsans para reflotar Aerolíneas. Desde su llegada al poder, el PSOE, que durante el mandato de Aznar tanta guerra dio con el caso Aerolíneas, ha mantenido un curioso silencio.