A la alta tasa de paro y el déficit público, el endeudamiento del sector privado, los excesos en el sector inmobiliario y el aumento del déficit exterior, han favorecido un clima de temor al contagio
El gobernador del Banco de España ha comparecido este martes ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados para ofrecer el informe anual del año 2010. Como suele ser habitual en esta época en la que los problemas económicos del país, acentuados por la situación griega, están en boca de todo el mundo, la presencia de Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha dejado huella.
MAFO ha reconocido que la situación que vive actualmente España es todavía muy parecida a la que vivía el país hace un año, ya que en mayo de 2010 apareció la crisis de la deuda soberana y un año después ha arrasado a Grecia, Irlanda y Portugal y tiene a España en el punto de mira. Aunque afirma que se han dado pasos en la dirección correcta y cree que el efecto del rescate portugués ha tenido un efecto más leve sobre la economía española, también critica la estrecha vigilancia que los mercados están realizando a España y que provoca unas exigencias injustificadas de la prima de riesgo del país. Este reconocimiento al Gobierno y a las medidas adoptadas no corresponde sin embargo con el parece de otros analistas y empresarios, como el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, que ha calificado de "tibias" y "tardías" todas las reformas que se han venido realizando desde el Ejecutivo en materia económica.
Eso sí, el gobernador del Banco de España reconoce que la alta tasa de paro y el déficit público, unido a un endeudamiento del sector privado, los excesos en el sector inmobiliario y el aumento del déficit exterior, han favorecido un clima de temor al contagio, ya que con la tasa de desempleo al 21% se plantean graves "dudas sobre la capacidad de la economía española para recuperar su crecimiento potencial y asegurar la sostenibilidad de sus finanzas públicas".
Aunque ha recordado que en apenas dos años el déficit se situó en el 11%, pese a partir de una posición saneada, quizás le ha faltado recordar a MAFO qué es lo que ha provocado llegar a esta situación. Y es que pese a que se ha ido saneando el balance de las empresas no financieras o que el déficit exterior se ha ido corrigiendo, el déficit público sigue siendo la piedra de toque. Las administraciones públicas deben seguir apretándose el cinturón y el gobernador del Banco de España ha hecho bien en exigir una mayor contribución de todas las administraciones públicas.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com