Hay que reconocer que la frase del ministro de Justicia, Mariano Fernández-Bermejo tiene enjundia: "Los españoles ya estamos lo suficientemente maduros para hablar de eutanasia". Me he sentido aludido: en efecto, cuando te aproximas a los cincuenta es cuando estás maduro para pensar en el suicidio, asistido o self-service. Antes, oyes, es que ni te lo planteas. Diez años antes, a eso de los cuarenta, es cuando te percatas de que, si no te duele nada al levantarte es que estás muerto. Y a los cincuenta, pues mira sí, te percatas de que la parca comienza a ser algo más posible que probable.

No cabe duda, este chavalote, el jurista progresista, es un tipo listo. Ya estamos maduros para empezar a hablar de eutanasia. ¡Menudo fastidio! 

Es como cuando la popular Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid, dice que "España ya está preparada para tener a una mujer presidente del Gobierno". No lo dudamos, Esperanza, lo que no sabemos es si estamos preparados para que tú, justamente tú, seas esa presidenta. Del resto de las aproximadamente 22 millones de españolas, no tengo ni la menor idea.

Este es el problema de España: que tenemos unos políticos muy maduros. Para mí que habría que eutanasiarlos.

Eulogio López

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