Drama de ficción que tiene como eje una peregrinación al santuario de Lourdes, durante la cual se produce la curación de una enferma.
Narrada como si se tratase de un docudrama esta singular película realizada por Jessica Hausner gira alrededor de lo que para esta directora es una fisura en la lógica: los milagros. Así, la protagonista, Christine, es una joven que ha pasado la mayor parte de su vida confinada en una silla de ruedas debido a una esclerosis. Como evasión para su aislamiento emprende un viaje a Lourdes y una mañana se despierta aparentemente curada.
Rodada en los lugares originales, y tras largas conversaciones con el obispo de Lourdes (monseñor Perrier), Hausner ha hecho un esfuerzo para que todo en el desarrollo de este largometraje resulte realista. De ahí que, entre los variopintos personajes que componen la peregrinación, haya un poco de todo: la madre que viaja anualmente con su hija buscando un milagro, las cotillas escépticas, el solitario que sólo pretende compañía etc Igualmente, en su afán de ser respetuosa con lo que representa Lourdes para los católicos, tanto los actos religiosos que se muestran como los comentarios que realiza el sacerdote que viaja con los enfermos resultan muy ortodoxos. Más aún, la directora plantea certeramente preguntas que todos nos hemos hecho en alguna ocasión ante hechos inexplicables ocurridos en un santuario: ¿Por qué una persona se cura y otra no? ¿Qué se debe hacer para curarse? ¿Con qué actitud hay que aceptar un milagro?
Sin embargo, de la contemplación de la película Lourdes no se sale ni reflexivo ni alegre sino con cierta apatía. Una razón habría que buscarla no sólo en ciertos detalles kitsch (la entrega de la virgen a la peregrina del año, el continuo ligoteo entre los voluntarios de la Orden de Malta y las auxiliares, el baile del cura con la monja etc) sino en la actitud de los creyentes que aparecen en la película que sólo trasmiten tristeza, como si sólo se pudiera vivir la fe concibiendo la vida como un periodo amargo que viene antes de la muerte.
Para: Sinceramente, no lo sé