Prepara una norma -esta vez sin polémica sobre retroactividad-, para rebajar la retribución tanto de la fotovoltaica como de la térmica En el fondo no es más que un desarrollo del Decreto sobre retribución de renovables, y la Comisión Nacional del energía, ya lo advertía en la mañana del viernes, pues su consejo: "Ha aprobado, de conformidad con el artículo 22 del Real Decreto 661/2007 de régimen especial, trasladar a la SGE que se ha alcanzado el 85% del objetivo de potencia para las tecnologías fotovoltaicas, proponiendo un plazo máximo de 12 meses desde la fecha de la resolución de la Secretaria General de Energía".

En definitiva, no en doce meses, sino antes de que finalice el ejercicio, el Gobierno reducirá las subvenciones a la ecológica energía solar, la factoría de los verdes y de ZP cuando entra en levitación ecológica.

Y es que el Gobierno ha caído en la cuenta de que todos los ricos de los países se están forrando violentamente con la energía solar, aún más de lo que se han forrado con la eólica, pero la sencilla razón de que el erario público es aún más generoso con la solar, en sus dos variantes de térmica, solar o fotovoltaica.

El principal productor es la Acciona de los Entrecanales y el mismo viernes la prensa anunciaba que Aguirre Newman, es decir, el primo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que es rica por su casa, también se disponía a entrar en el negocio. Y los March y todas las eléctricas, y Solaria, y siga usted contando.

Hispanidad publicó en su día el coste real de la producción de electricidad según los distintos combustibles utilizados (El mito de Kyoto, el timo de las renovables y el aprendiz de brujo que nos gobierna) .

Ahora, sin dejar de presumir de ecologista, el Gabinete Zapatero quiere dar marcha atrás porque no podrá afrontar tal dispendio, y establece una frontera en los 371 MW. Dicho de otra forma, tal y como certifica la CNE, lo que está diciendo es que ya hemos cubierto el 83% del chollo, y que a partir del 100 por 100, los 371 MW, la remuneración será mucho más escasa y el negocio dejará de ser opíparo para pasar a ser, sólo, suculento. Lo mismo ocurrió con la energía eólica, y no quieren pillarse los dedos.

Eso sí, el Gobierno no quiere perder la imagen verde. Lo que quiere es no enriquecer más a los caza-subvenciones mientras obliga a los ciudadanos a pagar por una doble vía: tarifa de la luz e impuestos para cubrir el déficit de tarifa provocado por las subvenciones al los ricos.