El año 2010 se realizaron en España 113.031 interrupciones voluntarias del embarazo, lo que supone un 1,3% más que en 2009 (111.482 intervenciones), según datos hechos públicos por el anterior Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
Este ascenso contrasta con la disminución registrada el año 2009 respecto a 2008, cuando se contabilizaron 115.812 intervenciones.
Sin duda son cifras escandalosas. Que pena. Cuántos niños tendrán que morir antes de nacer para que nos demos cuenta de este terrible error. Esperemos que los próximos gobernantes quieran encontrar la manera de acabar con esta forma legal y bárbara de asesinar niños que nos retrotrae a civilizaciones primitivas, por supuesto anteriores a nuestra cultura Judea-cristiana.