Y el año que viene, la deuda alcanzará el 172% del PIB

 

Pero La UE exige más ajustes y las bolsas se hunden.

Al parecer los poderosos son los últimos en enterarse de que las políticas de ajuste -también conocidas como píldoras amargas- no conducen a ningún lado. Tras el enésimo ajuste griego, hemos conocido -mañana del lunes- que el PIB griego se reducirá un 5,5% durante el presente año.

Además, los sucesivos apretones de cinturón iban destinados a reducir el déficit y la deuda: pues bien, Grecia ya ha advertido que no puede cumplir con el plan de reducción del déficit impuesto por sus colegas europeos de la UE y que, además, en 2012, la deuda -como no podía ser de otra forma, dada la extorsión de los mercados- se situará en el 172% del PIB. Las bolsas europeas, naturalmente, se han hundido -aunque ya venían empujadas tras el cierre de Wall Street del viernes-.

No son los ajustes los que salvarán a Grecia: son los ajustes los que la han hundido mucho más de lo que estaba.

Eso sí, poco a poco el sentido común se va abriendo camino. Así, el parlamentario democristiano alemán, Michael Fuchs, ha pronunciado las palabras mágicas: Grecia está en quiebra -ha dicho- y, a renglón seguido, ha añadido el conjuro requetemágico: su situación exige una quita de no menos del 50% de su deuda. ¡Bien por Michael, ése es el camino!

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com