Por contra, España continúa negociando con un Gobierno de Argel que no cede un ápice
Una cosa es que la empresa pública italiana ENEL haya entrado en España por la puerta grande, por Endesa, y otra bien distinta es que la preocupación primera del Gobierno Prodi, que es quien manda en ENEL, es Italia.
Así, los argelinos acaban de renovar el contrato de suministro de gas con Italia, ENEL incluida: han duplicado dicho suministro y han mantenido los precios.
Por contra, las salvas se vuelven lanzas en el caso español: los argelinos existen un 20% más en el precio y no hacen otra cosa que poner pegas al suministro. Precisamente a España, que a través del gasoducto del Magreb era la puerta de entrad del gas argelino en Europa. ¿Qué tendremos que nadie nos quiere?