El paro en España (datos de la Encuesta de Población activa) terminó el año 2006 en el 8,3% (1,8 millones de desempleados), la tasa más baja desde 1979. Se crearon más de 30.000 empleos y se firmaron 387.000 nuevos contratos. La diferencia entre ambas cifras refleja que la temporalidad no remite, y que le empleo temporal sigue suponiendo el 33% del total, una cifra que nos sitúa a la cabeza de la Unión Europea en tan desafortunado ranking.
En cualquier caso, 2006 ha sido un buen año para el empleo en España, y gracias a los inmigrantes, a los que, precisamente, se les acusaba de provocar paro. Los vendidos de fuera aceptan los trabajos que no quieren los españoles y dinamizan el contrato laboral. Eso sí, también provocan que se estanquen los salarios, dado que están dispuestos a trabajar en peores condiciones y tiran hacia abajo del a escala salarial, precisamente en un país como España, de salarios bajos. Pero de eso no se les puede echar la culpa a ellos ¿verdad?
En cualquier caso, lo llamativo es que un día antes de hacerse pública la EPA (viernes 26) los sindicatos aceptaban negociar subidas salariales con los empresarios n el entorno del 3%, a pesar de que 2006 e cerró con una inflación del 2,7% y la precitada disparidad de salarios entre España y el resto de Europa.