AEDE pretende monopolizar los resúmenes de prensa, y no ha dudado en manipular el Informe del Defensor del Pueblo
Según los grandes editores, agrupados en AEDE, el Defensor del Pueblo les ha apoyado en su pugna contra las empresas de resúmenes de prensa (clipping) en su Memoria del año 2006. Por ejemplo, el diario ABC del jueves titula: "El Defensor del Pueblo insta al sector del ‘press clipping' a pedir permiso para reproducir sus artículos". La verdad es muy otra y desde la Asociación que agrupa a los resumidores ya se le ha respondido. Ahora bien, el último incidente es lo de menos. Lo importante es que, con todo el proceso manipulador puesto en marcha por los editores, se pierde la esencia del asunto, que no deja de ser sencilla. La esencia consiste en que los grandes editores de prensa, agrupados en AEDE, pretenden monopolizar cualquier resumen de sus contenidos y explotarlo en régimen de monopolio. Ahora bien, por una feliz quiebra en el proceso de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, resulta que el propietario intelectual de los textos que se publican en prensa no es el editor, sino el periodista.Es aquí donde se percibe una mayor manipulación. Por ejemplo, continuando con la noticia del mismo diario, se nos informa que estamos hablando de un "nuevo capítulo en el pulso que mantienen las empresas dedicadas a realizar resúmenes de prensa con los titulares de los derechos de propiedad intelectual". Lo cual es más falso que una moneda de tres euros, dado que la ley, en su artículo 32.1 -Juan Luis Cebrián se mesaba los cabellos cuando se echó el texto a los ojos- dice que el legítimo dueño de la propiedad intelectual de una noticia periodística no es el editor, sólo un empresario- sino el periodista, el autor. Una verdad tan de perogrullo que sólo la combinación de poder de los grandes editores y la presión que ejercen sobre sus trabajadores-redactores puede nublar.
El caso es que, desde que la asociación de clipping, AESIP, tuvo la norma inscrita en el BOE, se puso en contacto con la Federación de Asociaciones de la prensa, FAPE (asociación de periodistas, no patronal de editores) para acordar el pago de un porcentaje a los autores, no a los empresarios. De hecho, ya se ha abonado a la FAPE lo correspondiente al primer trimestre del presente año.
Los editores –PRISA, Vocento, Planeta, etc- que no consiguieron promulgar la ley que querían, pretenden ahora violentar la norma. Y han conseguido victorias –aunque no la del Defensor del Pueblo, que es una burda mentira- porque han logrado romper la AESIP. El primero en romper la unidad de los clippineros fue Acceso, pero la cosa tiene su lógica, dado que Acceso pertenece al grupo de medios de Leopoldo Rodés, consejero de Sogecable y hombre de confianza de Jesús Polanco en Cataluña. Pero ahora Sofres –hermandad de los grandes, que le llaman- también se ha cambiado de bando: prefieren no utilizar la prerrogativa que les ha otorgado la ley con tal de no enfadar a tan poderosos caballeros. Esto es una batalla entre periodistas y empresarios, entre los muchos pequeños y los pocos grandes.
Pero la ley hay que cumplirla.