El mayor acierto de esta agradable, que no graciosa, película de animación radica en que todo el relato se narra con el estilo de la televisión "reality" y el rodaje documental. Y es que esta odisea protagonizada por un grupo de amantes de este deporte de riesgo la podrían haber encarnado personajes de "carne y hueso" pero, en cambio, "los surferos" son pingüinos, lógicamente recreados gracias al ordenador.

Dos reputados directores en el cine de animación

Ash Brannon (co-director de Toy Story 2) y Chris Buck (director de Tarzán) son los responsables de este entretenido largometraje que posee una puesta en escena ingeniosa.

En el centro del relato, se encuentra Cody, un joven surfero en ciernes que siente una gran admiración por Big Z, un legendario campeón de "saltar olas" que murió durante un importante campeonato. Cuando Cody descubre que Big Z no ha muerto, éste último, que ha vivido como un ermitaño durante 10 años, se ve obligado a replantearse su futuro. La historia tiene su moraleja: el triunfo no lo es todo en el deporte.

Locos por el surf supone toda una apuesta en el cine de animación desde el momento que adapta una historia convencional al dibujo en tres dimensiones (por cierto, el dibujo es fabuloso). A mi el resultado, sin ser redondo (falta bastante humor) me gusta: ¿Y a ustedes?.

Locos por el surf llegará a la cartelera el día 14 de agosto

Para: Los que les gusten las películas de animación y los aficionados al surf…