El caso Kiss FM pasará a la historia de la empresa informativa española por su singularidad. Blas Herrero llega a un acuerdo con Onda Cero : le cede emisoras a cambio de que lleve la publicidad y pague a Kiss FM (una radio fórmula) un tanto por oyente. Lo malo es que Kiss FM fue un éxito, y Onda Cero se niega a pagar lo que debía. Laudo arbitral al canto y sentencia: Onda Cero, hoy Planeta, ayer Telefónica, tiene que pagar 1 millón de euros más intereses de demora a una radio musical.
Mientras tanto, Planeta y Telefónica reñían por ver quién se hacía cargo del pago, que a día de hoy con intereses- ya supera los 200 millones de euros (el laudo cifró la cantidad en 180 millones de euros). Pues bien, se va a hacer cargo Telefónica en su cuota parte (poseía el 47% de A-3 TV) y el resto de socios -SCH y Bertelsmann, sobre todo- en su parte correspondiente. El único que no va pagar un duro es el genial José Manuel Lara, dado que considera que él compró la parte de Telefónica sin contingencias. Oiga, y se lo han aceptado.