Las extranjeras abortan cuatro veces más que las nacionales

La Asociación de Centros Acreditados de Abortos la patronal de los aborteros- ha hecho público un informe en el que se concluye que el 50% de las mujeres que abortan son extranjeras. En realidad, no hay ninguna novedad, porque la relaciones públicas del centro Del Bosque, Victoria Virtudes, ya emitió el mismo informe hace algunos meses. La misma conclusión alcanzada por la Comunidad de Madrid, que apuntaba al 52%.

Además, la credibilidad de unos centros que esconden las cifras reales a Sanidad por temor al fisco deja mucho que desear. Mucho más interesante es un estudio realizado por la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), que demuestra que el 40,6% de los embarazos de mujeres extranjeras que residen en España terminan en aborto. El porcentaje cuadruplica al ratio de españolas que abortan en el 9,8% de los casos.

Las conclusiones se basan en los datos del INE. Durante 2004 se produjeron 453.278 nacimientos en España, 13.415 más que el año anterior, lo que significa un ligero repunte de natalidad del 3%, en gran parte debido al empujón de la población inmigrante. De hecho, el INE señala que de los 453.278 nacimientos, un 13,7% provienen de madre extranjera residente en España, es decir, 62.150.

Si tenemos en cuenta ambos datos, podemos concluir que las extranjeras tienen una prevalencia al aborto cuatro veces superior a las nacionales.

Fuente: INE, Comunidad de Madrid, Dator, AVA y elaboración propia

Si ese ratio de abortos/embarazos se equiparara a la nacional (9,8%), nos evitaríamos 32.244 abortos, y el repunte de la natalidad se encontraría en los dos dígitos. La Asociación de Víctimas del Aborto (AVA) denuncia la falta de apoyo a la mujer embarazada especialmente si se trata de mujeres inmigrantes.

Además, AVA recuerda que la motivación económica no es la fundamental. El 87% de los abortos se produce por abandono de la pareja, señala AVA en otro estudio sobre las causas del aborto. Unas conclusiones que coinciden básicamente con las del informe del Ministerio de Sanidad.

La pregunta es: ¿por qué los negocios abortistas quieren ahora centrar la atención sobre la población inmigrante? ¿No será que tras el escándalo de Morín en Ginemedex quieren distraer la atención sobre cuestiones colaterales, como si el problema fuera sólo de inmigrantes? El problema, que lo es y grave, es de mujeres desprotegidas, que se sienten solas y vulnerables. Y cuando lo que hay en juego es una nueva vida humana, la administración debería de ser mucho más activa en la preservación de esa vida y de esa madre vulnerable.