El dato lo ofrecía el economista jefe y director adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, Javier Santiso. La cifra de empleos directos generados por las empresas españolas en Hispanoamérica asciende a 500.000, y los junto a los indirectos rondaría el millón. A esto hay que añadir, señala Santiso, las contribuciones fiscales, que en el caso de Chile suponen un 0,5% del PIB y en otros países un 1% de la riqueza nacional. Por ejemplo, la contribución de Telefónica en Brasil es muy similar a la aportada en España, la más importante después de Petrobrás.

Estos datos apuntan al serio compromiso de las empresas españolas en Hispanoamérica. El 60% del Ibex está compuesto por empresas volcadas en Hispanoamérica, según Santiso. Además, el 30% de los ingresos proviene del continente de la esperanza y estas compañías cuentan ya con más del 50% de sus empleados fuera de España. Según José María Álvarez Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica Internacional, Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho en Hispanoamérica y eso es diferencial, somos la tercera compañía del mundo en clientes y la quinta en capitalización gracias a nuestra apuesta por la región. Pallete ofreció además algunos datos que dan muestra del compromiso de Telefónica en el continente de la esperanza: 41.000 millones de euros invertidos en los últimos 21 años, el mayor grupo inversor en la zona, 34.000 millones de euros adicionales reinvertidos y el compromiso de invertir 10.000 millones de euros más en desarrollar la red. Eso supone un impacto relevante sobre las economías, como por ejemplo la facturación de Telefónica, que equivale al 1,6% del PIB en Chile y al 1% en Argentina, Brasil y Colombia. Los 136.000 empleados hispanoamericanos del Grupo Telefónica le convierten en el primero, segundo o tercer empleador y los 28.000 millones de euros de impuestos hacen de Telefónica el primer o segundo contribuyente en sociedades que no están totalmente formalizadas, señala Pallete.

No obstante, Javier Santiso ha hecho referencia también a las contribuciones de las multinacionales del sur. Existe una explosión de flujos sur-sur que no es correctamente percibida, señala. Entre estos nuevos jugadores se encuentra por supuesto China, aunque Santiso considera que quizás se ha sobrestimado su importancia. En cambio ha querido llamar la atención sobre India, que desde 2006 invertirá 16.000 millones de euros fuera de sus fronteras. La mitad en países de desarrollo y un tercio del total en Hispanoamérica: Brasil, Colombia y Bolivia. O dicho de otra forma, España ha sido y es el inversor más potente y más comprometido en Hispanoamérica, pero empiezan a aparecer nuevos operadores. Aquí está el reto. Pallete ha pedido un pacto de doble responsabilidad para que el crecimiento sea sostenible y eso exige un buen nivel de colaboración político-institucional. El fracaso de la Cumbre Iberoamericana de Uruguay no parece apuntar en ese sentido.