El derroche de cannabis está relacionado con choques en la concentración y la memoria que pueden verterse en enigmas neurofisiológicos o de conducta, advirtió una investigación divulgada por la revista "Journal of Neuroscience".

 

Los doctos han afirmado que la actividad cerebral se vuelve descoordinada e inexacta durante los estados de alteración mental con resultados análogos a la esquizofrenia.
El análisis, llevado a cabo por estudiosos de la Universidad de Farmacología de Bristol (Inglaterra), investigó cómo los efectos negativos del cannabis en la memoria y el pensamiento podrían ser el resultado de redes cerebrales descontroladas.
El abuso de la marihuana es común entre los enfermos de esquizofrenia; estudios recientes han mostrado que el ingrediente psicoactivo de la marihuana puede inducir síntomas de esquizofrenia en personas sanas".  
"Las drogas siempre pasan factura. Abre los ojos". Dice la comunicación publicitaria del Ministerio de Sanidad y Consumo, dentro del Plan Nacional sobre Drogas y que tiene como finalidad esquivar el derroche de las drogas entre los adolescentes.
Los estupefacientes se trajinan en un entorno marginal de indigencia. Son más de mil chamizos en los que residen otros tantos clanes que vegetan en situaciones quebradizas. Una humanidad aparte es la que brota en sus ajados moradores. Con el estigma que provoca la droga, la fijeza hueca, y apenas sin mantenerse firmes, se mueven amasando jeringuillas usadas.
Las ganancias del mercado de la droga han alcanzado grandes cifras provenientes de los más de tres mil drogadictos que acuden a los chiringuitos de transacción.
La droga llega directamente al cerebro. El estudio de la Oficina Nacional de Control de la Drogadicción de Washington, refrenda que los alcaloides pueden producir daños, como zozobra, melancolía, brotes psicóticos o tendencias al suicidio.
La droga es la muerte, la inmolación de millones de jóvenes ingenuos e inocentes, en aras de uno de los más sucios y terribles negocios que ha conocido la humanidad.
La droga, cuanto más se consume más imperiosamente se necesita. El vendedor engaña al incauto comprador con que le llevará al paraíso, pero se calla el precio que deberá pagar; su propia autodestrucción, el deterioro físico y psíquico, que transformará, el paraíso de unos instantes, en un prolongado e insoportable infierno.
El vacío de Dios… ¿No lleva a la desesperanza? La desesperanza conduce a la deshumanización. El hombre sin Dios se deshumaniza y se hace enemigo hasta de sí mismo autodestruyéndose.
Clemente Ferrer
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