"¿Es que no temes tú a Dios, tú que sufres la misma condena?" El rimbombante ‘gabinete de crisis' resolvió este jueves declarar este viernes, sábado y domingo días de luto por el funesto accidente de Barajas.

¿Se ha decidido ya si habrá un funeral de Estado y cuando se va a realizar? De la Vega responde que el gabinete de crisis no había tratado ese tema. No es que no importe, sino que es mejor que no exista.
  
Por eso Zapatero organiza su visita a La Paz y al Ramón y Cajal coincidiendo con el funeral. Y lo peor: también SM el Rey se suma al ejercicio laico. Su Majestad católica llegó al Ifema 20 minutos después de que hubiera acabado el funeral. Nada que ver con la actitud de un Sarkozy que lógicamente acudió al funeral de Saint-Louis del Invalides en honor a las 10 víctimas del atentado sufrido en Afganistán. Es lo normal. Cuando la muerte acecha con la guadaña, es el momento de mirar al cielo, no al ombligo laicista. Incluso para un presidente de la primera república laica. El presidente de la católica España -en cambio- parece tener otro ‘credo'.

Por supuesto, el Gobierno no se opondrá a que las familias pidan un funeral, pero tampoco lo promoverá. El laicismo se construye -incluso- sobre los cadáveres. Y no es liberal, sino proselitista. Porque ante el hecho de la muerte, no cabe más remedio que emitir una respuesta: o la nada y la desesperanza o la vida eterna y la esperanza.

El Gobierno tiene una respuesta a la pregunta trascendental sobre el hombre: Dios no existe, la vida del hombre está tasada, luego la vida es un sinsentido destinada a la muerte. Y como esa es su ‘filosofía', el funeral de Estado ni se plantea en el gabinete de crisis o se trata de retrasar. ¿Por qué no a las 48 horas de la tragedia como en Francia? Y como esa es su respuesta se envían psicólogos que traten de "integrar la pérdida" y "gestionar el duelo" en la nada en lugar de sacerdotes que expliquen el drama en clave de esperanza.

Finalmente -aunque le pese al Gobierno- habrá funeral de Estado. Será presidido por el cardenal arzobispo de Madrid, Mons. Rouco Varela y será el 1 de septiembre. Pero no será por el interés del Ejecutivo, sino de los familiares de las víctimas, que esperan una ‘despedida' con un ‘hasta luego' en lugar del castrante funeral laico.

El laicismo del Gobierno se plantea en el mismísimo filo de la muerte. Y como el buen ladrón, dan ganas de preguntar también: "¿Es que no temes tú a Dios, tú que sufres la misma condena?" Porque el camino hacia la muerte es irremediable para todos. Y el Gobierno se la ha encontrado en mitad de las vacaciones. O la muerte tiene sentido o la vida es un sinsentido. De la respuesta a la pregunta de la muerte, se encuentra la respuesta a la pregunta de la vida. Y por tanto, la política. Quizás esta actitud explique muchas cosas. Incluso casi todas.

Luis Losada Pescador

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