Tantos lustros de chulería nacionalista han creado lo que había desaparecido tras la muerte de Franco: un nuevo centralismo español. No, no piensen en el antiguo patriotismo hispano con origen católico, siempre volcado hacia el exterior. El actual jacobinismo -de derechas, of course- no tiene raíces cristianas y, por tanto, no busca dar sino recibir. No se vuelca hacia el exterior para cristianizar América o para devolver a Europa sus raíces solidarias -por tanto, cristianas- sino que se vuelve sobre sí misma, para ser exactos, se vuelve contra los nacionalismos autonómicos.
Ejemplo. El espléndido columnista -uno de los mejores de España, sin duda- Ignacio Camacho asegura que "el nacionalismo catalán insiste en que sus males provienen de España, aunque sea en España donde busca la solución". De acuerdo, Ignacio, ya sabemos que la tontuna nacionalista resulta muy pesadita, pero con esas palabras incurres en lo mismo que criticas: los nacionalistas culpan de sus males a la España de la que forman parte y tú acusas a los nacionalistas de los males del conjunto de España. No percibo mucha diferencia.
Tu vecina de columna, otra buena periodista, Isabel San Sebastián, en la misma edición de ABC, incurre en idéntico error, pero va más allá. Titula: San Euro y Cierra España. ¿Qué quiere decir con este poco respetuoso plagio de la divisa del Apóstol Yago? Pues lo mismo que Camacho. Ojo al dato: "La única baza que juega a nuestro favor es que para salvar el euro es preciso rescatar de algún modo a España, tarea que, a su vez, implica someter a una voladura controlada todo este tinglado despilfarrador que es el Estado Autonómico".
Es decir, no hay que salvar el euro, o marcharse del euro: lo que interesa es quedarnos en el euro, aunque nos masacre a todos, para que así sea Alemania quien se cargue a las autonomías. ¿Tiene esto lógica?
No, no la tiene, porque supone la vuelta a la España cainita, esta vez no desde el nacionalismo -ni el de Urkullu (en la imagen) ni el de Artur Mas- sino desde el centralismo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com.