Una cosa es defender un supuesto derecho a las "bodas" y adopciones de menores por parte de los homosexuales, dentro del razonamiento y el respeto, y otra muy distinta es insultar, injuriar o blasfemar.
La revista pseudoporno del colectivo gay, "Zero", una vez más se ensaña contra la fe de los católicos. Junto a una hoja para apostatar de ésta religión, en su último número incluye insultos soeces contra la jerarquía, además de un abominable dibujo de Cristo crucificado, y el Papa subido en una escalera junto a la cruz clavando uno de los clavos de la mano del crucificado. Donde suele aparecer la palabra "INRI", aparece "Homosexual".
¿Hasta qué punto puede llegar la saña malévola e hiriente de parte del colectivo homosexual y su manía persecutoria hacia la Iglesia Católica? ¿Nadie denuncia éstas agresiones penadas en el Código Civil como agresión contra los sentimientos religiosos? ¿Es que bajo el pretexto de la libertad de expresión tenemos que tragarnos con ruedas de molino ésta demoníaca blasfemia ante el silencio generalizado de un pueblo católico acobardado y perseguido por un "lobby" que se está convirtiendo en dictatorial?
Iván Santa Cruz
ivansantacruzdiaz@yahoo.es