No, no estoy de acuerdo con las conclusiones del escrito enviado por Jesús Ayala al Congreso de los Diputados. Pero sí recuerda el abajo firmante el divorcio esprés, obra de nuestro inefable expresidente, Rodríguez Zapatero.

En 2005, Zapatero se cargó el matrimonio. No porque instaurara el homomonio, que también. Y no se cargó el matrimonio religioso, sino el civil. En otras palabras. Se cargó el compromiso de los cónyuges que constituye la esencia del matrimonio y de la familia (insisto, ¡no hablo del matrimonio canónico, sino de cualquier matrimonio!).

El bueno de ZP, como recuerda nuestro comunicante, instauró en 2005 que a los tres meses de contraer matrimonio, prácticamente al volver de la luna de miel, pueden separarse sin aducir incumplimiento del compromiso. En palabra de la otra inefable del zapaterismo, Teresa Fernández de la Vega: "A nadie hay que preguntarle por qué se divorcia". ¿Cómo que no Si se trata de una ruptura de un compromiso en que la sociedad entera basa su supervivencia.

¿Por qué digo que la barbaridad zapateril ha sido secundada por el Gobierno Rajoy

Pues porque el Ejecutivo del PP ni se ha planteado modificar el divorcio exprés. Lo ha asumido y en paz. Ahora ya están en el poder y ya no necesitan de los votantes con sentido común.

Eulogio López

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