La cultura pedagógica sembrada y desarrollada por los ejecutivos socialistas ha empobrecido la escuela pública y ha hipotecado a varias generaciones.
El informe 'Panorama de la Educación 2011', presentado el pasado septiembre por el Gobierno y la OCDE, describe una radiografía de la situación muy preocupante. Aunque los profesores y los alumnos españoles dedican más horas lectivas que la media de los países de la OCDE, y los docentes cobran un salario superior, España tiene una de las tasas de rendimiento más bajas en enseñanza secundaria.
Estamos ante un panorama complejo que recoge en buena medida la patología endémica de nuestras aulas. Más horas lectivas, mejor nómina y peores resultados es una ecuación que equivale a fracaso.
Combatir esa dinámica es lo que debería haber preocupado a los sindicatos todos estos años, pero ellos han estado y están en otra guerra. El futuro de la enseñanza pública sólo puede pasar por el regreso a una cultura del esfuerzo, el mérito y la exigencia. Esperemos que los nuevos gobernantes, tanto autonómicos como estatales, tomen nota. Los Reyes, entre otras cosas, me han traído el libro: 'En confianza', de Mariano Rajoy. He empezado a leerlo y parece que sí va en esta línea.
Pedro J. Piqueras Ibáñez