• Ante las críticas por su silencio, el presidente del Gobierno habla por primera vez... para la agencia EFE.
  • "No habrá banco malo" sino fusiones.
  • Eso sí, no aclara si serán fusiones con ayudas del Estado o sin ellas, aunque el proyecto inicial es no gastarse un euro.
  • Y más: insiste en que no subirá el IVA aunque le queda poco margen, además de condenarnos a impuestos laborales altos.
  • Durísimo con las autonomías, la mayoría gobernadas por su partido desde mayo.

En medio de un caos de ministros, cuya coordinación es muy similar a la del Ejército de Pancho Villa, con más portavoces que departamentos tiene el Ejecutivo; y todo ello en vivo contraste con un presidente mudo, Mariano Rajoy ha salido a dar la cara. Eso sí, ha hablado para el medio informativo menos arriesgado para él: la agencia oficial EFE.

La agencia ha dado la mejor versión, la del presidente empeñado en no ayudar a la banca a sanear sus vergüenzas con dinero público. Rajoy se niega a ayudar a la banca con la creación de un banco malo, del que era partidario su ministro de Economía, Luis de Guindos. Al mismo tiempo, propone una reconversión del sector vía fusiones, Eso sí, no aclara si esa fusiones van a estar subvencionadas por el Ejecutivo porque, en ese caso, este modelo, el utilizado para adjudicar la CAM al Sabadell, sería mucho más caro que el redicho banco malo.

Y la pregunta final sobre esta cuestión es muy sencilla: si no se ayuda a la banca, ¿no puede ser que caigan muchas entidades? ¿Las dejará desmoronarse el Gobierno Rajoy? Esa es la cuestión. Pero, por el momento… ¡Bien por Rajoy!

Dijo más el presidente del Gobierno: que no subirá el IVA. Curioso, porque las cuentas no salen. Al menos si quiere reducir el déficit público. Además, al no incrementar el IVA, como pretendía en un primer momento Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, el Gobierno no podrá bajar los impuestos laborales, sobre todo las cuotas, que gravan el empleo.  Queda en solfa la idea de reducir el impuesto de sociedades a las pymes.

Tercera idea: bronca las comunidades autónomas. Doble mensaje: a los nacionalistas que controlan Euskadi y Cataluña, a los socialistas andaluces... y a su propio partido, que gobiernan en la mayor parte de las regiones desde el pasado mes de mayo. En tres cuartas partes la desviación del gasto público es  culpa de las comunidades.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com