De lo poco que ha quedado después del cónclave del PSOE es su ataque a la Iglesia y a la enseñanza de la Religión católica en el sistema educativo español.
En este sentido cabe recordar que, de hecho, la nueva ley ni siquiera cumple los Acuerdos con la Santa Sede, que contemplan que la Religión sea de oferta obligatoria en todos los tramos escolares y de elección voluntaria para los alumnos.
No es un privilegio de la Iglesia. La Constitución reconoce a los padres el derecho a que sus hijos reciban una formación religiosa y moral de acuerdo a sus convicciones. No ocurrirá así en Bachillerato, ya que a pesar de innegables avances en otros aspectos, el Ministerio se niega a rectificar en este punto.
Si a unos les ciega la ideología, a otros, parece cegarles los complejos, que les impiden ver que aquí se trata de una cuestión elemental de respeto a la libertad de padres y alumnos. En ambos casos se da (PP y PSOE), aunque por motivos diferentes, un laicismo acomplejado.
Jesús Martínez Madrid