La ministra de Cultura, Carmen Calvo, lo ha dicho muy claro : su Departamento está elaborando, esta vez sin IVA, una Ley de Propiedad Intelectual a todo correr, más que nada para cumplir, con dos años de retraso, la Transposición de Directivos sobre Propiedad Intelectual (29/2001) de la Unión Europea.
Por eso, todas las cuestiones polémicas han sido diferidas hasta 2006, donde, según Calvo, se hará la verdadera Ley de Propiedad Intelectual con el marchamo PSOE.
Estas premuras fastidian a los grandes grupos multimedia por dos vías. Por una parte, Gedeprensa, la asociación creada por los Señores de la Prensa para cobrar por cualquier resumen de prensa que se haga en España, no se sale con la suya. Los clipineros podrán seguir desarrollando su labor sin pagar a Polanco, Bergareche, Castellanos, etc. Por otra, quedan como están los abusivos y vergonzosos cánones que las sociedades de gestión de derechos de autor, especialmente la SGAE, cobran a las televisiones (es decir, a los mismos grandes editores) por emisión de películas, vídeos musicales, etc. Eso sí, Calvo llama a la reflexión y al consenso para la norma de 2006.
En cualquier caso, la Ley de Transposición, cuyo borrador podría ser aprobado el próximo viernes 3 por el Consejo de Ministros, mantiene el polémico artículo 32 de la normativa en vigor, que reconoce el derecho de cita u extracto de una obra, a efectos de reseña, investigación, etc. Además, asimila a estos efectos las revistas de resúmenes de prensa.